Para ganar hay que saber sufrir

       
En ningún deporte algo se da por ganado antes de jugarlo, muchísimo menos se debe desmerecer a un rival, hacerlo muchas veces puede jugar negativamente cuando se busca alcanzar un objetivo. La serie de Copa Davis entre Argentina  y Croacia a priori era catalogada como “accesible” para el equipo argentino, pero una vez más el deporte dió  muestras de que  ya no se gana con la camiseta ni los antecedentes, sino que hay que demostrar el nivel en la cancha. El viernes el primer partido de la eliminatoria lo protagonizaron David Nalbandian y Marin Cilic, la inesperada victoria del visitante tras más de cinco horas de juego puso un manto de suspenso al match, porque si  bien Argentina contó con el regreso al equipo de Juan Martín Del Potro, la derrota del oriundo de Unquillo , emblema de esta competición fue un golpe duro para el ambiente. Para colmo de males,  durante ese primer encuentro empezaron a correr rumores sobre la no presentación del tandilense ante Ivo Karlovic , lo cual oscurecía aun más el panorama el panorama. Finalmente, no antes de escuchar miles de especulaciones y comentarios el dirigido por Franco Davin salió a la cancha  y con solido trabajo le dio un vital empate en la serie al equipo nacional, ganando en sets corridos ante un rival que siempre genera incomodidad por su estilo de juego. El dobles fue tan decisivo como siempre, pero en esta ocasión por varios termino  siendo aun más determinante para el resultado final de la serie. Nalbandian lejos de abatirse por su derrota  del primer dia en el  salió a jugar el dobles y puso  su jerarquía en cancha con el roldanense Eduardo Schwank, mientras que el capitán croata optó por la dupla Karlovic /Cilic., fueron otras cinco horas de lucha, tensión,  puntos de lujo y errores groseros,  en donde la diferencia estuvo en par de puntos en los cuales los locales mostraron su categoría. El domingo Del Potro tenía la misión de cerrar la serie ante un agotado Marin Cilic  el tandilense no falló y se quedó con el partido cediendo tan solo cuatro games  Luego para cumplir con el reglamento Juan Mónaco  hizo gala de su buen momento venciendo cómodamente a Antonio Veic . La historia concluyó con un  4 a 1 que quizás no reflejo la dificultad de la eliminatoria, lo cual hizo valorar doblemente el éxito obtenido. La próxima valla a superar  será la Republica Checa  que liderada por Berdych y Stepanek batió a Serbia de visitante. El público argentino se extendió en los festejos, ovacionó a su jugador, pero no dejo de hacer notar ese  inmenso deseo tantas veces postergado: el de ganar de una vez por todas  la Copa Davis.
Diego Niglia / Saque y Volea